martes, 29 de marzo de 2011

Anecdota de vida III

Hoy me levante temprano ya que tuve que ir a hacerme un estudio psicofisico para el profesorado, tome un matecocido y partí hacia la salita de villa luzuriaga, ni bien llegamos al lugar nos dirigimos con mi hermano hacia la recepsionista la cual nos informa que para hacerme el análisis teníamos que haber pedido turno, en ese momento me di cuenta que tendría que levantarme otro día temprano y mi cara de por si ya fea y ojerosa se puso mas fea todavía pero, la chica que nos estaba atendiendo nos dijo si no teníamos problemas en esperar y nos atendían en el momento, nosotros accedimos alegremente ya que levantarnos tempranos nuevamente no es algo muy agradable. Luego de la espera el doctor me llama y me dirijo hacia el consultorio el doctor era un hombre calvo de voz gruesa, un tanto gordo, sin barba y de ojos color miel, este amable señor (o hasta el momento parecía serlo) me empieza a hacer preguntas habituales entre ellas si fumaba, tomaba a las cuales respondí con la verdad y dije no(?) hasta acá se encontraba todo mas que bien hasta que el doctor me pide que me acueste en la camilla y cuando va a escucharme el ritmo cardiaco se queda mirando mi panza seriamente y empieza a manocearla como si fuera una masa de pizza y me pregunta si tenia problemas para ir al baño a la cual respondo que no ya que no los tengo, el doctor se queda pensando y me dice acompañame entonces me lleva hacia otra sala donde se encuentra una balanza en la cual me pesa y me mide, luego de esto regresamos a su consultorio y se queda pensando con su celular y un pedacito de papel donde estaba mi peso y mi altura, luego de 5 minutos mas que incómodos viendo al doctor como se rascaba su calvez y pensaba me empieza a hacer preguntas por mi estado físico tales como si me veía gordo, si me alimentaba bien, si no comía por moda, etc a las cuales respondí con la verdad que yo como y no engordo es algo genético y simple pero el doctor por lo visto no me creía y me dio una charla un tanto molesta sobre el tema del peso, cuando termino la charla pensé que ya todo había terminado pero no fue así, este sujeto que ya me estaba empezando a caer de mal en peor me sugiere que valla al psicólogo, así es además de tratarme de anorexico me trata de loco, luego de esto me dio para hacerme muchos estudios, los cuales no voy a hacerlos ya que me los hice reiteradas veces, pero por suerte me dio los papeles que necesitaba para el profesorado y la tortura termino algo que creí que solo iba a ser 5 minutos y termino siendo un intento de bajarme el autoestima.

off: Onda a todos les digo, dejenme con mi peso que me siento mas que bien y para este sujeto obeso y calvo en especial que le quede mas que claro que yo no necesito ningún psicólogo estoy mas que PERFECTO osea osea osea, okay si quizá necesite un psicólogo(?) pero no ire jamas, me gusta ser así.

No hay comentarios:

Publicar un comentario